La pasta de lentejasse ha convertido en un éxito entre los nutricionistas, tanto que afirman que se puede consumir de noche o de día. Esta es una de las grandes sorpresas, pues por todos es sabido que siempre se ha dicho que la pasta es mejor consumirla al mediodía. ¿La razón? Se trata de un carbohidrato, una fuente de energía rápida que se puede transformar en grasa si no se usa.
Sin embargo, este no es el caso de la pasta de lentejas rojas que puedes encontrar en el supermercado. Tiene un color anaranjado que proviene del tipo de lenteja con el que se elabora - roja- lo que también hace que sea más caro. Otra comparación con la pasta de trigo es que no tiene un sabor completamente neutro, aunque se puede combinar con múltiples ingredientes.
De la misma forma, aunque se la llame pasta por su forma, no se trata de ningún carbohidrato. La pasta que se elabora 100% con lentejas es una fuente de proteínas y de fibra, por ello se recomienda también prepararla para las cenas. Además, para esos días en los que no tengas mucho tiempo disponible para cocinar, esta pasta se cuece y está tierna en unos 4 minutos.
Lava la berenjena, quitas el pedúnculo y la cortas en dados. Ponla en un recipiente con agua con sal y la dejas unos 5 minutos, más o menos, mientras preparas el resto de los ingredientes. De esta forma, le quitaremos el amargor a esta verdura.
Pela la cebolla y la picas, que quede fina. Reserva.
Limpia los champiñones, puedes quitar el pedúnculo y la piel o aprovecharlo si es fresco. Si no es el caso, retira el pedúnculo y la parte interna del champiñón, de manera que puedas pelarlo solo con tirar suavemente. Córtalos en cuatro trozos.
Pon una sartén al fuego y añade un poco de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añades la cebolla con el diente de ajo pelado, bien desmenuzado, y lo sofríes todo junto. Añade un poco de sal, mantenlo a fuego medio bajo y deja que se haga poco a poco, hasta que la cebolla quede bien pochadita.
Entonces, vierte la berenjena sobre un colador y la lavas bien. La añades a la sartén junto con los champiñones. Primero sofríe para que se dore, después puedes taparlo para que se haga más rápido y se haga por dentro.
En el último momento, hemos añadido el bacon en tiras y lo hemos salteado todo junto.
Para terminar, añades el bote de tomate natural e incluye un poquito de orégano. Deja que se cocine todo junto, a fuego medio, hasta que veas que queda más reducido. Comprueba el sabor y rectifica en caso de ser necesario.
Cuando hayas añadido las verduras a la sartén, pon también una cacerola al fuego con un poco de sal. Cuando esté hirviendo, es el momento de incorporar la pasta y dejar que cueza durante el tiempo indicado por el fabricante. En mi caso, solo han sido cuatro minutos para que estuvieran tiernos, después cuelas y reservas.
En el momento en el que tengas ambas preparaciones, puedes mezclarlo en una misma sartén o directamente en el plato. Termina con un buen queso parmesano rallado al momento por encima, ya verás qué maravilla.