El pescado es un alimento muy saludable y nutritivo, pero también muy delicado y perecedero. Por eso, muchas veces recurrimos al congelador para conservarlo durante más tiempo y evitar que se estropee o que nos contagie de anisakis. Un parásito que puede causar graves problemas de salud si se consume crudo o poco cocinado.
Sin embargo, no basta con meter el pescado en el congelador sin más. Hay que seguir una serie de pasos para asegurarnos de que se mantenga fresco y no pierda sus propiedades ni su sabor. ¿Quieres saber cuál es el truco para congelar el pescado correctamente? Sigue leyendo y te lo contamos.
Lo primero que debes hacer es comprobar la capacidad de tu congelador. No todos los congeladores son iguales, y algunos no alcanzan la temperatura adecuada para congelar el pescado de forma óptima.
Para saberlo, fíjate en la cantidad de estrellas que tiene tu congelador. Si tiene 3 estrellas, significa que solo está preparado para conservar productos ya congelados, pero no para congelarlos desde cero. En ese caso, te recomendamos que compres el pescado ya congelado o que lo consumas fresco lo antes posible.
Si tiene 4 estrellas, en cambio, puedes estar tranquilo, ya que tu congelador puede congelar el pescado a una temperatura de unos -18 ºC. Así se garantiza su calidad y seguridad.
Una vez que tengas claro este aspecto, el siguiente paso es preparar el pescado antes de congelarlo. Lo ideal es que lo compres sin vísceras. O que se las quites tú mismo en cuanto llegues a casa, ya que ahí es donde suele alojarse el anisakis.
También debes limpiar bien las piezas y trocearlas en las raciones que vayas a consumir más adelante. Así evitarás tener que descongelar más pescado del necesario y desperdiciar comida.
Además, te aconsejamos que etiquetes los envases con la fecha y el tipo de pescado que contienen. Así podrás llevar un mejor control de lo que tienes en el congelador.
Por último, el truco más importante para congelar el pescado y que se mantenga fresco es evitar el contacto directo con el aire. El aire puede provocar la formación de cristales de hielo en la superficie del pescado, lo que afecta a su textura y sabor.
Para prevenirlo, lo mejor es usar una envasadora al vacío, que elimina todo el aire del envase y sella el pescado herméticamente. Si no dispones de este aparato, puedes optar por envolver el pescado en un film transparente. Eso sí procura que quede bien ajustado y sin arrugas.
Con este sistema tan sencillo, conseguirás proteger el pescado del oxígeno y preservar su frescura. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar del pescado cuando quieras, sin renunciar a su calidad ni a su sabor.
Recuerda que para descongelarlo, debes sacarlo del congelador la noche anterior y dejarlo en la parte baja del frigorífico. De este modo se descongelará lentamente y sin romper la cadena de frío.
Y si vas a comerlo crudo o poco hecho, asegúrate de haberlo congelado previamente durante al menos 24 horas a -20 ºC o más, para eliminar cualquier rastro de anisakis. Así podrás degustar el pescado sin riesgos y aprovechar todos sus beneficios para tu salud.