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comprando aceite

Se desploma el precio del sustituto saludable del aceite de oliva en el super español

El sustituto más saludable al precio de oliva experimenta ahora una bajada de precio que los consumidores pueden aprovechar

El precio del aceite de oliva se ha convertido en un debate nacional en España. A todos nos escandaliza comprobar como algunas marcas ya colocan el AOVE a más de 12 euros. Algo que no se había visto nunca y que nos obliga a buscar alternativas que sean más económicas.

En este sentido, estamos de suerte si tenemos en cuenta que el precio  del sustituto  saludable del aceite de oliva está bajando. Por ello son muchos los consumidores que aprovecharán y querrán hacer acopio para que no les falte y además, pagarlo mucho más barato.

Foto de una mujer joven con camiseta rosa y pantalón blanco apoyada en su carrito de la compra en un supermercado mientras mira dos botellas de aceite de oliva que sostiene en la mano
Se desploma el precio del sustituto más saludable para el aceite de oliva | Istock

Se desploma el precio del sustituto saludable del aceite de oliva en el super español

Según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el aceite de oliva ha aumentado un 38,8% con respecto al 2022. Y no parece que la cosa vaya a mejorar en lo que nos queda del año.

De hecho otros datos. Los Datamarket. Señalan que en el caso del AOVE  ha alcanzado un incremento de más del 227% en los últimos meses.

Todo ello nos plantea una situación bastante desesperante ante el llamado "oro líquido". Y dado que los expertos consideran que es algo que no va a cambiar hasta que la situación de sequía en España mejore. A muchos consumidores no les toca otra que buscar alternativas y aprovechar las ofertas que podemos encontrar.

Bajan los precios de los alimentos

Y este parece ser un buen momento para llenar la cesta de la compra. El último informe de FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) así lo señala.

Este es un informe que mide las fluctuaciones del mercado mundial en el sector de la alimentación. En él se señala que durante el mes de agosto, los precios de los alimentos se colocaron en torno a los 121,4 puntos de promedio.

Es decir que bajó  un 2,1% con respecto a julio y un 24% con respecto a febrero de 2022, momento en el que estalló la guerra entre Ucrania y Rusia.

Baja el precio de los alimentos en general, pero algunos suben y otros no dejan de hacerlo. Es el precio de todas las especialidades de aceite de oliva. Pero es un buen momento para señalar que en el caso de los aceites vegetales, como el de girasol, el precio si está cayendo según esos datos de la FAO.

Baja el precio de los aceites vegetales como el de girasol

Foto en la que se ve las manos de una mujer que cogen una garrafa de aceite de girasol de una estantería en la que hay más garrafas iguales
El aceite de girasol baja su precio | Istock

De este modo, el precio de los aceites de origen vegetal bajó un 3,1% en agosto. Un dato que indica que parece que por fin podría volver al precio que tenía meses atrás. Tengamos además en cuenta que en julio había tenido un incremento de más del 12%.

En el caso concreto del aceite de girasol, el precio bajó  hasta un 8%. Todo gracias a que había caído en picado la demanda y por tanto hay mucha cantidad de aceite por vender.

Lo mismo ocurre con el aceite de soja, cuya bajada de precio se debería a las buenas condiciones para el cultivo en Estados Unidos. También baja el aceite de palma debido a una buena producción en el sureste asiático.

Los consejos sobre el uso de aceites vegetales

De este modo, los consumidores pueden aprovechar esta bajada para de alguna manera sustituir al aceite de oliva. Sin embargo  los expertos, advierten de que los aceites vegetales para nada son lo mismo que el aceite de oliva.

De hecho, estos aceites también tienen sus inconvenientes, como un menor punto de humeo que el aceite de oliva. Esto significa que se queman y pierden sus propiedades a altas temperaturas.

Además, algunos de ellos tienen un sabor más intenso o diferente al del aceite de oliva, lo que puede alterar el sabor de los platos.

Por ello algunos expertos recomiendan combinar  el uso de diferentes tipos de aceites según el tipo de plato o la forma de cocinar. Por ejemplo, se puede reservar el caro aceite de oliva para aliñar ensaladas o verduras crudas.

El aceite de girasol es mejor para freír o repostería y el aceite de soja o coco para dar un toque diferente a algunos platos. De esta forma, se puede aprovechar las ventajas nutricionales y organolépticas de cada uno y ahorrar dinero al mismo tiempo.