Si echas la vista atrás y ves los precios de los helados Frigo en los 80, puedes llorar. Literalmente. Sí, los tiempos han cambiado, la vida se ha encarecido pero los helados están a la altura de los pisos.
Dicen que las comparaciones son odiosas pero, en el caso de los helados, son vergonzantes. La realidad no corresponde a la evolución de los salarios pero, ¿cuándo lo ha hecho?
Por poner en perspectiva, señalar que el salario medio en España en 1983 era de 8.444,821 euros (1.405.100 pesetas). En 2023, el salario medio en el país ascendía a 25.272 euros (4.204.907 pesetas).
Es decir, en 40 años, los salarios se han multiplicado, exactamente, por tres. Verás qué risa cuando comparemos precios de helados. Aunque, claro, si Mercadona ha subido el precio a este producto básico de la cocina española, cómo no hacerlo con los helados.
Lo bueno de esta comparación es que hay helados que aún perduran en el catálogo, así que es sencillo comparar. Es el caso del Frigo Pie que en 1985 valía 0,27 euros (45 pesetas) y en 2023 cuesta 1,10 euros (183 pesetas). En este caso, ha multiplicado por cuatro.
Algo parecido pasa con el Calippo, que en aquella época valía 0,33 euros (55 pesetas). A día de hoy, un Calippo te vale 1,30 euros (216 pesetas). De nuevo, un incremento de 4 veces su precio, cuando el coste del helado (hielo y saborizantes) es mínimo.
¿Y qué pasa con los cornetes? Pues que antes se llamaban Frigolines y costaban 0,45 euros (75 pesetas). A día de hoy se llaman Cornettos, están a 1,60 euros (266 pesetas) y su tamaño es bastante más pequeño que antaño. Si quieres un Cornete del tamaño de los 80, te toca pagar 2,10 euros (350 pesetas), multiplicando por 5 el precio.
Peor pinta la cosa con los famosos Pop Eye, es decir, los polos de hielo de siempre y que valían 0,15 euros (25 pesetas). Frigo tuvo la genial idea de renombrarlos Solero y decir que tenían 65% más de fruta. El resultado es que ahora valen 1,60 euros (266 pesetas) y aquí nos vamos a incrementar 11 veces el precio.
Aunque lo peor del paso del tiempo en Frigo no es el incremento de precios, son los clásicos que ha dejado de fabricar. Por ejemplo, ¿dónde está el Drácula? Alguien que deja de fabricar el helado perfecto, solo quiere ver el mundo arder. ¿Por qué tanto odio?
Pasa lo mismo con el SuperChoc. Un helado de chocolate con crocanti, con chocolate por dentro y más chocolate pegado al palo. La catarsis chocolateada, el infarto marrón, la verdadera felicidad, la salud, ¿tú la has probado?
Lo que tampoco tiene nombre es lo del MiniMilk. Ese helado 'putifino' que te quitaba el roncho de algo dulce y que, además, tenía su versión en chocolate. Valía 0,21 euros (35 pesetas) y, si te ponías, te podías comer 10 de una sentada.
Ya lo decían Celtas Cortos. "Ya no quedan casi nadie de los de antes y lo que hay, han cambiado". Sí, su '20 de abril' está dedicada a los helados de Frigo del año 90, pero jamás lo confesarán.