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personas en un restuarante comiendo junto a un camarero sirviendo

La nueva norma para evitar engaños en restaurantes que podría llegar a España

La nueva medida que llega a los restaurantes en Francia y que podría llegar a España

Salir a comer a un restaurante  es algo que siempre apetece. Sin embargo puede ocurrir que el menú que degustemos no sea de la calidad esperada y nos sintamos engañados. Algo que podría cambiar en España si nos fijamos en la norma que se ha aprobado en Francia.

Francia es un país famoso por su gastronomía, que forma parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, no todos los restaurantes ofrecen una cocina auténtica y elaborada con productos frescos. Algunos recurren a platos precocinados o industriales, que pueden engañar a los comensales sobre la calidad y el origen de lo que comen.

La medida que podrían adoptar también en España

Para evitar esta situación el Gobierno  francés aplicará una medida. Esta obligará a que los restaurantes indiquen  en sus cartas si sus platos  son fait maison (hecho en casa) o no. Se trata de una medida que busca aumentar la transparencia y valorizar el trabajo de los cocineros que preparan sus platos en sus propias cocinas, con materias primas cuidadosamente seleccionadas.

La iniciativa que entrará en vigor en 2025  busca dar un nuevo impulso a un sello que ya existe desde 2014. Sin embargo hasta ahora ha sido algo opcional y muy poco usado. La idea de ahora va más allá, ya que todos los restaurantes del país (unos 175.000), van a tener que indicar obligatoriamente qué comidas no han sido elaboradas en sus cocinas.

El nuevo reglamento aún debe de ser definido y debatido en el Parlamento. El anuncio, sin embargo, ha provocado todo tipo de reacciones. Ha habido aplausos de algunos restauradores, que la consideran una forma de que se reconozca su esfuerzo y su calidad. Otros, en cambio, la ven como una imposición que no tiene en cuenta las dificultades del sector, como la falta de personal o el aumento de los costes.

La medida también plantea algunas cuestiones prácticas, como la definición de lo que se considera hecho en casa o no. Según la normativa  actual, un plato es casero cuando se elabora en el lugar de venta a partir de productos brutos.

Un cambio para incentivar la cocina artesanal

Es decir, que no han sufrido ninguna transformación que modifique sus características esenciales. Sin embargo, hay excepciones, como los quesos, las pastas, el chocolate o el pan, que se pueden comprar ya hechos sin que se pierda el sello de casero.

Además, hay que tener en cuenta que el hecho de que un plato sea casero no garantiza necesariamente su calidad o su sabor. Algunos críticos gastronómicos han señalado que el sello puede ser engañoso o incluso contraproducente. Especialmente si se usa como un argumento de venta sin tener en cuenta otros aspectos como la creatividad, la originalidad o la presentación.

En cualquier caso, la medida pretende ser un incentivo para que los restaurantes apuesten por una cocina más artesanal y menos industrial. Una cocina que respete el patrimonio gastronómico francés y que satisfaga las expectativas de los consumidores. Que son cada vez más exigentes y conscientes de lo que comen.

¿Podría esta medida llegar a España o aplicarse en nuestro país?

Es difícil de predecir, pero lo cierto es que España también es un referente mundial en gastronomía, con una gran variedad de platos típicos, productos de calidad y chefs reconocidos.

Sin embargo, también hay restaurantes que usan platos precocinados o congelados. Y estos pueden restar valor a la cocina española. Por eso, quizás sería interesante que los consumidores pudieran saber si lo que comen es hecho en casa o no. De este modo podrían  poder elegir con mucho más criterio y apoyar a los restaurantes que se esfuerzan por ofrecer una cocina auténtica y que sé de buena calidad.