Los huevos son un alimento muy versátil y nutritivo, que se pueden preparar de muchas formas diferentes. Sin embargo, hay un detalle que muchos ignoramos y que puede afectar a la calidad y la seguridad de nuestros huevos: agitarlos antes de usarlos.
Algo que no sabía hasta la fecha, pero que desde que lo he descubierto no falla nunca. Lo hago siempre y de este modo me aseguro de que los huevos están en buen estado.
¿Por qué es importante agitar el huevo al sacarlo de la nevera? La respuesta tiene que ver con la cámara de aire que se forma en el interior del huevo. Dicha cámara te puede servir precisamente para saber si el huevo está bueno o malo.
De este modo, lo que tienes que hacer es agitar el huevo antes de abrirlo y escuchar si hay algún ruido dentro. Si al agitar el huevo crudo escuchamos como la yema golpetea con la cáscara, significas que está en mal estado.
Para entender cómo funciona este "truco", debes saber que la cámara de aire del huevo aumenta a medida que el huevo pierde frescura. Y por eso se mueve más al agitarlo y podemos escuchar como golpea. Por ello es mejor desecharlo.
Por otro lado, existe otra razón para agitar el huevo y tiene que ver con el hecho de cocinarlo mejor. Como lo oyes. Si tienes pensado cocer el huevo será mejor que lo agites bien.
La razón para hacer esto tiene que ver con el hecho de que si la cámara de aire está concentrada en un solo punto. Al someter el huevo a un cambio brusco de temperatura, puede hacer que la cáscara se agriete y se salga parte del contenido. Al agitar el huevo, evitamos este problema y conseguimos que el huevo se cueza de forma uniforme.
Además de hacer como yo, y agitar el huevo al sacarlo de la nevera para saber si está bien o no, existen otros métodos para comprobar el estado de los huevos. Son estos:
Junto a la de agitar el huevo, esta es la prueba más rápida y eficiente para saber cómo está el huevo. Consiste en sumergir el huevo en un recipiente con agua y observar cómo se comporta.
Si el huevo se hunde y se queda en el fondo, está fresco. Si se mantiene en el fondo, pero inclinado, tiene una semana.
Si se apoya verticalmente sobre su polo puntiagudo, tiene dos o tres semanas. Si el huevo flota, significa que está malo y es mejor que lo deseches.
Esta otra prueba consiste en hacer algo tan sencillo como romper el huevo sobre un plato y observar la posición, el color y la consistencia de la yema y la clara.
Si la yema está centrada, tiene un color amarillo intenso y una consistencia firme, el huevo está fresco. Si la yema está cerca de la cáscara, tiene un color pálido y una consistencia líquida, el huevo está malo. La clara también debe ser densa y transparente, sin manchas ni olores.